Foto: Juan Carlos Fernández. |
Silvia Ruiz Díaz
Los marteños dieron la bienvenida a la nueva cosecha con la celebración de la XXXI Fiesta de la Aceituna. Durante la jornada, se dio a conocer el dato del segundo aforo de cosecha de la Junta: la provincia producirá 585.000 toneladas de aceite, 5.000 más de lo previsto.
Los marteños dieron la bienvenida a la nueva cosecha con la celebración de la XXXI Fiesta de la Aceituna. Durante la jornada, se dio a conocer el dato del segundo aforo de cosecha de la Junta: la provincia producirá 585.000 toneladas de aceite, 5.000 más de lo previsto.
Las lluvias registradas en noviembre “bendijeron” los campos. Como ya es tradicional, el delegado provincial de Agricultura, Roque Lara, aprovechó la celebración de la XXXI Fiesta de la Aceituna para avanzar el segundo aforo. A pesar de que el precio del “oro líquido” está por los suelos y en voga el debate sobre la reforma de la PAC, hay un hecho claro: Jaén producirá más. En concreto, el delegado subrayó que se esperan obtener 585.000 toneladas, 5.000 más que las previstas en el primer aforo, si se tienen en cuenta las más de 200 parcelas de la provincia analizadas. “Si se extrapola, la campaña será similar a la del año pasado”, apuntó Lara, que también señaló que este año el aceite será de más calidad, ya que existe una mayor apuesta por comenzar antes la campaña y muchas almazaras están en funcionamiento desde hace un mes.
Precisamente, la inauguración “oficial” de la cosecha fue lo que llevó, ayer, a cientos de marteños y visitantes a acercarse hasta el entorno del parque Manuel Carrasco y disfrutar de una jornada de convivencia que giró en torno a una fiesta más que consolidada. Pero, antes del reparto de los típicos hoyos —pan, aceite, aceitunas y bacalao—, el Teatro Municipal Maestro Álvarez Alonso albergó el acto del pregón, a cargo del exalcalde marteño Fernando García Pulido, presentado por el maestro de ceremonias, Ramón López. En un escenario que, una vez más, volvió a sorprender a los asistentes, García Pulido ensalzó al “árbol milenario y generoso” que hacía que Martos se transformara cada vez que llegaba la temporada de la recolección. Contó, también, algunos recuerdos de su infancia. Volvió atrás en el tiempo para ver las plazas marteñas llenas de gente o la vuelta de aquellos que tuvieron que marcharse por motivos de trabajo. Habló, asimismo, sobre la transformación del sector y es que, en sus palabras, la propiedad está más repartida y la mayoría de las familias marteñas tiene terrenos de olivar.
Por otro lado, la alcaldesa, Custodia Martos, fue por primera vez la anfitriona de la Fiesta de la Aceituna, que dio la bienvenida a Emilio Bravo, su homólogo en Mora de Toledo —municipio hermanado con la ciudad de la Peña—, y que recibió el pin de oro del Ayuntamiento; el delegado y el diputado de Agricultura, Roque Lara y Ángel Vera, respectivamente, y la diputada de Igualdad y Bienestar Social, Sofía Nieto. La alcaldesa abordó aspectos de actualidad, como la propuesta de reforma de la PAC. “Es una ley que los marteños no podemos consentir que entre en vigor porque supondría la destrucción de nuestro modo de vida”, dijo. Del mismo modo, afirmó “no entender” por qué la ciudad no tiene su propia denominación de origen y lamentó que Martos haya dejado de ser el primer productor de aceite de oliva del mundo. Por su parte, Emilio Bravo volvió atrás en el tiempo y recordó que fue su padre, Valentín Bravo, y el ya fallecido Antonio Villargordo quienes impulsaron el hermanamiento. Como expresó, se trataba de dos representantes municipales con ideologías distintas, pero que estrecharon sus lazos por algo que les unía: el olivo.
En un acto amenizado por la Agrupación Musical Maestro Soler, que interpretó el preludio de la zarzuela “La torre del oro”, el intermedio “La leyenda del beso” y los himnos de Martos, Andalucía y España, se volvió a insistir en la necesidad de que el sector se una para demostrar que el olivar tiene un futuro por delante.
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