Foto: Juan Carlos Fernández |
Silvia Ruiz Díaz
Antonio Moral, ya jubilado, ha dedicado más de cuarenta años al mundo de la carpintería. Es reconocido por su oficio y, también, por el belén que cada año monta y que siempre incluye alguna novedad. Colegios, asociaciones y vecinos lo visitan y admiran cada detalle.
Antonio Moral, ya jubilado, ha dedicado más de cuarenta años al mundo de la carpintería. Es reconocido por su oficio y, también, por el belén que cada año monta y que siempre incluye alguna novedad. Colegios, asociaciones y vecinos lo visitan y admiran cada detalle.
Al igual que San José, Antonio Moral Torres es carpintero de profesión. Aunque ya está jubilado, ha dedicado más de cuarenta años de su vida a este oficio. Y, como el padre terrenal de Jesús, destaca por ser un hombre sencillo, humilde y trabajador. Pero, más allá de estas similitudes, hay algo que destaca en este marteño: su pasión por el belenismo. De hecho, desde hace más de quince años monta un espectacular nacimiento en la carpintería Nuestra Señora del Carmen, en la calle Reyes Católicos. La gran novedad es que cada año es diferente. “Siempre le hago cosas nuevas y mi mujer (Carmen Pulido) pinta las figuras humanas”, señala.
Antonio Moral, con la ayuda de su esposa, mira cada detalle y busca el realismo de su belén. Este año, por ejemplo, incluyó la representación de la Huida a Egipto, unos pastores y pequeños árboles. Destacan, sobre todo, unos que realizó con palomitas de maíz y que se asemejan bastante a los almendros en flor. Con un vistazo —no basta con verlo rápidamente, sino que es preciso dedicarle unos minutos—, se aprecia cómo este querido carpintero realizó las montañas con corteza de árboles y la forma en que colocó las piedras naturales, muy bien trabajadas. En su belén, sorprende también una casita en la que el tejado tiene una chimenea por la que sale humo, o el río con agua en el que beben, como dice el villancico, los peces “por ver a Dios nacer”. El belenista, además, colocó una huerta que se riega, cuidó la perspectiva e introdujo, en esta ocasión, el césped artificial. Numerosos vecinos, alumnos de diferentes colegios y asociaciones de distintos ámbitos del municipio se acercan hasta la carpintería para admirar escenas como las de Herodes, los Reyes Magos, la matanza de los inocentes, la Virgen María embarazada y San José que piden posada, la adoración de los pastores al Niño Jesús y la anunciación, además de los guiños al olivar y a diversos sectores, como los mercados tradicionales y las figuras de panaderos, alfareros, pescaderos, carniceros y, algo que no podía faltar tratándose de Antonio Moral, los carpinteros.
Este belén ha sido reconocido, como explica su impulsor, en varias ocasiones. “He ganado cuatro primeros premios en el concurso de Martos, y también he sido finalista en muchos. También me presento al de Diario JAEN”, explica. Estos días, y hasta que pase el día de los Reyes Magos, familias del municipio, grupos de amigos y de vecinos acuden a visitar la “obra de arte”, que se comienza a gestar desde agosto. Como indica, en el exterior colocó un cartel en el que se informa que el horario es de lunes a domingo, de once de la mañana a dos de la tarde y de seis de la tarde a nueve de la noche.
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