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sábado, 17 de marzo de 2012

"Injusticia" verde y con tricornio


Se llama Miguel Ángel, es vecino de Fuensanta de Martos y, después de más de veinte años de intachable trayectoria profesional en la Guardia Civil, ha sido sancionado con seis meses de suspensión de empleo y sueldo. ¿El motivo? Pertenecer a una asociación de lucha contra el tráfico de drogas en la provincia de Cádiz, donde está destinado.

Miguel Ángel ya está cumpliendo este castigo, que le fue impuesto el pasado 23 de enero. Durante medio año, se le retira el sustento de su familia y, lo que es peor, pierde el destino que había ganado con años y años de trabajo y sacrificio. Cuando concluya su sanción, en junio, tendrá que marcharse a cualquier cuartel de cualquier provincia. Y todo porque formó parte de la asociación “Mandrágora”, un colectivo antidroga recientemente creado en la Costa Noroeste gaditana. Se centra en ayudar a las personas que consumen y concienciar a la ciudadanía.
Para la Dirección General de la Guardia Civil, este hecho supone una infracción grave del régimen de incompatibilidades del Instituto Benemérito, lo que supone una suspensión de empleo y sueldo de seis meses y un día, además de la pérdida de destino.
El caso fue destapado por la Asociación Unificada de la Guardia Civil y la Federación de Asociaciones Antidroga de Cádiz “Nexos”, que han criticado con dureza el castigo impuesto a este guardia civil de Jaén. Y es que Miguel Ángel colaboró con “Mandrágora” en su tiempo libre, sin recibir a cambio ninguna gratificación económica. Al agente solo le movía su espíritu altruista, su deseo de colaborar para que una de las zonas de España más castigadas por la droga, se librara de esta lacra social. Con este trabajo totalmente desinteresado no iba a conseguir ninguna medalla por ello, ni un ascenso que le engordara la nómina.
Sin embargo, para la Dirección General de la Guardia Civil, su pertenencia a “Mandrágora” incumple el régimen de incompatibilidades del Cuerpo. “Se trata de una medida absurda y arcaica”, asegura José Encinas, secretario provincial de la AUGC en Cádiz. Y añade: “No se tendría que haber aplicado sanción alguna, ya que este caso sería equiparable a castigar a un agente por pertenecer a una asociación de ciclistas o por ser presidente de su comunidad de vecinos”. El presidente de “Nexos”, Francisco Mena, también recordó el caso de la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil, que cuenta con numerosos mandos entre sus asociados.
Además, la AUGC considera “excesiva” la sanción impuesta, por ser la más grave posible. “Lo han tratado como un delincuente. Le han destrozado la vida por el simple hecho de trabajar por la ciudadanía, por el beneficio de la sociedad”.
Miguel Ángel tiene su castigo recurrido. Desde su Fuensanta natal, espera noticias del recurso de alzada presentado ante el Ministerio de Defensa. Si es rechazado, su lucha continuará en el Tribunal Central Militar. Su última esperanza está depositada en la Justicia ordinaria. No obstante, todo este proceso tarda más de seis meses, por lo que el guardia civil se habrá visto obligado a cumplir una sanción “injusta”, tal y como la califica la AUGC. Rafael Abolafia / Jaén

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los guardias civiles no pueden asociarse de forma alguna por pertenecer a un cuerpo militar.

Si no te gusta es fácil, con no pertenecer a la GC tienes de sobra.

MariC dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Creo que es una barbaridad el que la Guardia Civil sancione a uno de sus miembros por pertenecer a una asociación que su principal objetivo es ayudar a las personas que lo necesitan y que fomenta el estar en contra de la droga además siendo una asociación sin animo de lucro. esto que ha sucedido no es comprensible. ¿Un Guardia Civil solo puede pertenecer y hacer lo que sus jefes le digan? ¿ Que clase de democracia es esta?, yo creo que la Dirección General de la Guardia Civil debe rectificar y anular la sanción , ya que si no lo hace ahora estoy seguro que lo tendrá que hacer obligada por los Jueces cuando dicten sentencia sobre ese caso.
De todas formas la sanción impuesta es demasiado para los hechos que supuestamente se le imputan al Agente, Nadie ha pensado en que por ser buena persona y querer ayudar a los demás, a este Guardia Civil sus propios jefes le han arruinado la vida.
Creo que la Guardia Civil solo quiere dar muy buena imagen de puertas para fuera a los ciudadanos , pero dentro del cuerpo se vive una historia muy diferente a la que nos cuentan o nos quieren hacer ver a los ciudadanos.con este tipo de hechos por parte de la Guardia Civil entiendo que un Guardia Civil no puede tener vida social con el resto de los ciudadanos, por lo que tienen sus derechos constitucionales restringidos, pero obligaciones y responsabilidades si que se les exigen y cada día más.Y tras lo sucedio yo me pregunto ¿puede un agente de la benemerita pertenecer a una asociación de vecinos del barrio donde vive? o si pertenece sera sancionado por ello. Tengo entendido que en el Cuerpo existen varias asociaciones a la que los Agentes sí pueden pertenecer aunque algunas de estas asociaciones son legales en la actualidad gracias a las sentencias de los Jueces y no por convicción propia de la Guardia Civil.
Nuevamente os digo que en el siglo XXI no se entiende este tipo de castigo a una persona que vela por la seguridad y bienestar de los demás, cuando los propios Agentes a diario se juegan la vida y detienen delincuentes que una vez ponen a disposición judicial no les pasa nada y apenas son sancionados tras cometer delitos. No creo que lo que le ha pasado a Miguel Ángel sea justo.