María de Loreto Molina comenzó la Semana Santa de una forma muy especial. Celebró su primer siglo de vida con sus seres queridos. En cien años, esta sevillana de nacimiento y residente en Martos durante casi siete décadas podría guardar un baúl lleno de recuerdos.
María de Loreto Molina Díaz vino al mundo en Sevilla el 1 de abril de 1912, pero en su larga vida ha pasado más décadas en la tierra que la acogió con los brazos abiertos, Martos, que en el lugar que la vio nacer. Hace algunos días vivió un acontecimientos que, quizá, nunca se hubiera imaginado. Cumplió un siglo, y en la celebración del primer centenario estuvo rodeada de los que más la quieren: sus dos hijos, Consuelo y Manuel López Molina, sus seis nietos —un hombre y cinco mujeres—, sus tres biznietas y sus hijos políticos. En su familia, el sexo femenino es claramente mayoritario.
En su cien cumpleaños estaba muy emocionada. Fue una grata sorpresa, que compartió, luego, con sus compañeros de la residencia Buenos Aires, en Fuerte del Rey. Para que no faltara ningún detalle, los suyos le prepararon una enorme tarta con unos nazarenos de chocolate. Y es que María de Loreto Molina, como sevillana de nacimiento, siente verdadera pasión por la Semana Santa. También le “llovieron” los regalos, como flores, bombones y colonias. Y, sobre todo, disfrutó cuando le cantaron el “cumpleaños feliz” y le repartieron decenas de besos y abrazos. “Mi madre siempre ha sido muy alegre y generosa”, expresó Consuelo López. De su siglo de vida podría escribir un libro. De su infancia y juventud en Sevilla pasó a Martos, donde residió cerca de siete décadas. Estuvo casada con el amor de su vida, Samuel López Rosa, casi sesenta años, con el que compartió grandes momentos hasta que falleció, en 1997. Tuvo tres hijos, aunque uno murió hace tres décadas. Vivió en la Avenida de Europa y siente verdadera devoción por Santa Marta, la patrona de la ciudad de la Peña. Seguramente, muchos de esos recuerdos estuvieron presentes en un esperado cumpleaños. Silvia Ruiz Díaz / Martos
En su cien cumpleaños estaba muy emocionada. Fue una grata sorpresa, que compartió, luego, con sus compañeros de la residencia Buenos Aires, en Fuerte del Rey. Para que no faltara ningún detalle, los suyos le prepararon una enorme tarta con unos nazarenos de chocolate. Y es que María de Loreto Molina, como sevillana de nacimiento, siente verdadera pasión por la Semana Santa. También le “llovieron” los regalos, como flores, bombones y colonias. Y, sobre todo, disfrutó cuando le cantaron el “cumpleaños feliz” y le repartieron decenas de besos y abrazos. “Mi madre siempre ha sido muy alegre y generosa”, expresó Consuelo López. De su siglo de vida podría escribir un libro. De su infancia y juventud en Sevilla pasó a Martos, donde residió cerca de siete décadas. Estuvo casada con el amor de su vida, Samuel López Rosa, casi sesenta años, con el que compartió grandes momentos hasta que falleció, en 1997. Tuvo tres hijos, aunque uno murió hace tres décadas. Vivió en la Avenida de Europa y siente verdadera devoción por Santa Marta, la patrona de la ciudad de la Peña. Seguramente, muchos de esos recuerdos estuvieron presentes en un esperado cumpleaños. Silvia Ruiz Díaz / Martos
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