Hacía un calor que recordaba a los días de verano, pero la aceituna llegó al momento óptimo de maduración para producir un virgen extra de excelente calidad. Por ello, la cooperativa San Amador se puso 'manos a la obra' y molturó el primer 'oro líquido' marteño.
El sonido de las vareadoras comenzó a escucharse en algunos campos marteños y el olor a aceite era intenso en San Amador. La cooperativa comenzó, ayer, su campaña y, durante unos días, producirá un virgen extra de calidad suprema, que llevará por nombre “Tuccioliva”. Esta temporada llega aún más adelantada que el año pasado y la razón, como explicó su presidente, Eduardo Chamorro, es el intenso calor, que adelantó la maduración del fruto.
El primer día estuvo marcado por las altas temperatura. Llos olivareros se plantearon trabajar solo por la mañana si no bajan. En esta campaña, agregó el presidente, dieciocho agricultores de la cooperativa sacarán de sus olivares entre veinticinco mil y treinta mil kilogramos de aceite “Tuccioliva”, aproximadamente la misma cantidad que se obtuvo en 2010. El objetivo es seguir el camino marcado hace algunos años, es decir, una apuesta constante por incrementar la calidad del “oro verde” con el fin de abrir más mercado. Asimismo, señaló que, en estos momentos, el zumo de aceitunas que se extrae en este tiempo estará presente prácticamente en todas las provincias de España, sobre todo, en tiendas gourmet y restaurantes de Cataluña, Madrid, Valencia y Asturias, donde más se demanda. También “Tuccioliva” llega a otros lugares del extranjero, como Londres y Canadá.
Para producir ese aceite, con un sabor diferenciado, se sigue un estricto proceso. Es fundamental que el fruto esté en el índice de maduración óptimo, que el transporte sea el adecuado y que se molture mediante extracción en frío. Después se envasará y se repartirá un caldo que, como añadió, obtuvo diecinueve premios en dos años.
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