El albergue de temporeros termina su campaña con trescientos treinta usuarios registrados, la mayoría de nacionalidad marroquí. Gran parte de ellos no logró encontrar un trabajo en la recolección de la aceituna, por lo que tuvo que marcharse a otro municipio. Apenas se produjeron incidencias destacables.
El Centro de Atención a Trabajadores Temporeros cerró sus puertas después del notable descenso en la llegada de inmigrantes. Así lo confirmó el concejal de Servicios Sociales, Enrique Castillo, quien apuntó que en la última semana apenas había “dos o tres usuarios”. Asimismo, a falta de cerrar todos los datos, la lista de censados en el albergue, que abrió el 23 de noviembre, ha sido de trescientas treinta personas, la mayoría hombres. El 50 por ciento ha sido de nacionalidad marroquí, y cada año se observa un importante incremento en la llegada de saharauis.
La “mala noticia” es que, a los tres días, la mayor parte de los ocupantes tenía que irse del albergue sin haber encontrado un tajo. “Ha habido muy pocos trabajos en la aceituna para ellos, a pesar de que había mucha cosecha. Por lo general, los empresarios ya tenían la cuadrilla conformada”, señaló. De igual modo resaltó que, después de su estancia, se les proporcionó un billete de autobús para municipios cercanos incluidos en la red de albergues, como Alcaudete, Torredonjimeno, Torredelcampo y Jaén. Asimismo, se les facilitaron, mientras estuvieron en el centro, el desayuno, la comida y la cena, así como la higiene y el alojamiento para dormir.
Por otro lado, Castillo subrayó que apenas se registraron incidencias destacables y que las que hubo fueron “parecidas a las de otros años”, es decir, temporeros que habían “tomado una copa de más” y para lo que se requirió el servicio de la Policía Local. Tampoco se produjo, añadió, ninguna “avalancha” de inmigrantes. A partir de ahora, como recordó, los temporeros pueden obtener información o el billete de bus en Servicios Sociales Comunitarios. SILVIA RUIZ DÍAZ
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