Buscar en este blog

sábado, 14 de enero de 2012

Carrera Popular de San Antón


Antes de comenzar con la primera entrada del año me gustaría desearos un Feliz 2012, el cual espero que este cargado de salud y proyectos por culminar.
Como bien sabe las personas mayores y también los deportistas, se acerca una fecha señalada en el calendario el día 17 de enero, San Antón. El día 16, vísperas de la festividad es típico en muchas localidades la celebración de la festividad con hogueras, en otras localidades es común la celebración de una carrera popular. Particularmente, en la localidad de Jaén se combinan las dos modalidades de celebración y se genera un ambiente deportivo encantador.
Con motivo de esta carrera muchos corredores amateur y/o profesionales estarán preparándose para realizar la carrera. Lo mas importante  en este tipo de pruebas es participar, intentar acabar en las mejores condiciones posibles. La verdad que por la distancia de la prueba, no suele ser una prueba muy sacrificada en cuanto a la salud propia del corredor se refiere. Es típico la aparición de sobrecargas, contracturas, alguna rozadura,  etc.
A tenor de esta prueba tan popular, voy aconsejar a los blogueros el entrenamiento de la técnica de carrera con el objetivo de minimizar las lesiones y aumentar el rendimiento deportivo.
Tradicionalmente, hemos hablado de gesto de carrera y nos hemos referido a la carrera en la cual hay 3 fases:
  1. Fase de contacto.
    1. Contacto de talón.
    2. Fase de apoyo medio.
    3. Fase de despegue de antepie.
    4. Fase aérea.
Fase de choque de talón.
El pie experimenta una cierta supinación al acercarse al suelo. Al tomar contacto con éste, el pie está ligeramente por delante de su masa central, para reducir al mínimo el freno y evitar el impulso lineal hacia delante. Su articulación subastragalina juega el papel principal al convertir las fuerzas rotatorias de su extremidad inferior en movimiento hacia delante.
Fase de apoyo medio
En la fracción de segundo que transcurre entre el contacto del pie al pleno en la superficie de la carrera, se flexiona la rodilla, la tibia experimenta una rotación interna, el tobillo realiza una flexión plantar y la articulación subtalar efectúa un movimiento de pronación, produciendo la eversión del talón.
Durante esta fase el pie constituye una estructura no rígida, flexible, perfectamente adaptada al papel que debe desempeñar. La pronación alcanza su punto máximo en este momento, y luego se produce suficiente resupinación para que el pie pase a través de la posición neutral al apoyo intermedio.
Es importante, pues, reducir al mínimo la excesiva pronación si queremos evitar que aumente el riesgo de lesión.
El periodo de apoyo intermedio continúa hasta que se produce la elevación del talón hacia arriba para el despegue. Durante este tiempo, el pie debe pasar de una estructura flexible y móvil a una palanca rígida que aguante de forma adecuada unas cuantas veces su peso corporal. Este cambio no depende tanto de la actuación muscular como del cambio de posición de las articulaciones subastragalina y medio tarsiana del pie, de la forma anatómica de los huesos implicados y de la tensión en los distintos ligamentos.
Fase de despegue de antepie.
La supinación en la articulación subastragalina conforma esta rígida palanca para la supinación
hacia delante. De esta forma, se extiende la articulación de la rodilla, la extremidad inferior efectúa una rotación externa, el calcáneo se invierte, se bloquea la articulación mediotarsiana y el pie se convierte en una palanca rígida. La fuerza de propulsión se traduce en un empuje hacia atrás y hacia abajo, resultado de la combinación de la extensión de carrera (músculos glúteos y tendones de la corva), extensión de la rodilla (cuádriceps) y flexión plantar del tobillo (soleo y gastrocnemio).
El resultado final es una elevación del centro de la masa en cuanto el cuerpo se traslada en el aire. La parte anterior del pie más ancha que la posterior ayuda a conseguir el equilibrio y aumenta asimismo el área de superficie que ha de soportar el peso.
En cuanto el pie se separa del suelo, el movimiento de la extremidad inferior será decelerado por la acción de los tendones de la corva. De forma simultánea, está a punto de producirse el golpe con el pie por parte de la extremidad opuesta. Entonces la pierna que queda atrás reduce su velocidad y la cadera, la rodilla y el tobillo alcanzan su extensión máxima. Es el momento en que esta extremidad inicia el movimiento hacia delante con el balanceo en esta dirección.
Estas tres fases se daban en los corredores fondistas, en los mediofondistas eliminamos la fase de contacto de talón. En los velocistas eliminamos también la fase de apoyo medio y dejamos solo la fase de despegue de antepie, ya que solo contacta el antepie.
Fase aérea
Esta fase parte desde que termina de despegarse el pie del suelo hasta que vuelve a contactar al piso. Esta es una fase de inercia, ya que el miembro viene con fuerza de haber cogido el impulso para propulsarse del suelo, y el objetivo es que suba el máximo para recargar la pierna, descargar gemelos y que vuelva a caer el miembro para que en el trayecto de descenso coja toda la fuerza suficiente y necesaria para que el siguiente paso necesite el mínimo de esfuerzo.
Actualmente, y con el desarrollo de los estudios biomecánicos y/o antropométricos y con la apabullante aparición de keniatas fondistas y/o mediofondistas, se ha estudiado y/o valorado su gesto deportivo y se ha visto que es mas óptimo y mas dinámico que el método tradicional que nos han enseñado o que realmente hemos visto y hemos copiado.
Por lo tanto, y para generaros algún tipo de interés os cito a próximas entradas en las cuales hablaremos de algún método de entrenamiento para optimizar la carrera y minimizar la sobrecarga y/o lesión.
Fuente: Centro Estudio del Pie

No hay comentarios: