Tras la vuelta al mes de septiembre, retomamos la rutina laboral, escolar, volvemos a la normalidad y volvemos a colocarnos en los pies los temidos zapatos cerrados o calzado de seguridad y/o laboral. Este último cambio es muy temido por toda la población, ya que, tras todo un verano (2 meses) utilizando chancletas, calzado abierto, suelto, holguero, maleable, facil de adaptar, volvemos al odioso calzado cerrado y los primeros días pasamos un auténtico calvario, ¿por qué?
porque hay que volver a adaptarse, hay que hacer un mayor esfuerzo para caminar, un mayor esfuerzo para moverse y de una auténtica actividad nula en el verano a las 8 horas laborales, pues supone un gran esfuerzo muscular, ligamentoso y tendinoso.
porque hay que volver a adaptarse, hay que hacer un mayor esfuerzo para caminar, un mayor esfuerzo para moverse y de una auténtica actividad nula en el verano a las 8 horas laborales, pues supone un gran esfuerzo muscular, ligamentoso y tendinoso.
Por eso es un mes muy propicio a sufrir, fascitis plantares, tendinitis asociadas a diversos músculos (extensor largo común de los dedos, tibial anterior, tibial posterior y/o musculos peroneos).
Lo recomendado para evitar estas situaciones es colocarse desde varios días antes de trabajar el calzado indicado para ir adaptándose uno mismo al nuevo ámbito; para también preparar muscularmente al pie y también para ir recuperando esa actividad física normal del día a día, que hemos suspendido drásticamente durante la temporada estival.
Si aún con esas recomendaciones seguimos tendiendo problemas, es posible, que suframos algún problema de apoyo enmascarado, que por circunstancias antes no nos había generado molestias nunca.
De todas formas ante cualquier duda o problema que no puedan ustedes solucionar por sus propios medios, aquí tienen los medios e instalaciones del Centro de Estudio Integral del Pie para darle solución.
Fuente: Centro estudio del pie
Fuente: Centro estudio del pie
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