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viernes, 30 de septiembre de 2011

El misterio de la niña fantasma


Dos vecinos observan el Cementerio Municipal, con las puertas cerradas. Foto: Juan Carlos Fernández.
Silvia Ruiz Díaz/Martos
Pocos rumores como el de la 'niña muerta'  que se aparece cada noche en el cementerio causaron tanta expectación. Numerosas personas van al camposanto, cuando se cierran las puertas, para ver qué quiere el supuesto fantasma. Los trabajadores dicen que es un bulo que corre como la pólvora.
Lo cuentan en la calle, en las tiendas y también se oyen rumores por las empresas del polígono industrial. Se escucha en los bares, en cualquier cafetería e, incluso, la noticia ha llegado hasta los pueblos más cercanos.
Los niños que acuden cada día a sus respectivos colegios están intrigados y, muchos, hasta asustados. En todos los rincones de Martos se extendió el comentario de que, por la noches, cuando se cierran las puertas del Cementerio Municipal, una niña que va vestida de blanco se hace ver por el entorno y, al parecer, no es de este mundo, sino que viene “del más allá”.
Existen versiones de todos los tipos y para todos los gustos. Hay quien asegura “haber oído” que la niña no para de llorar y otros dicen que habla con la gente, y que todo empezó cuando un matrimonio que iba al tanatorio la encontró y la llamó pensando que era “de esta vida”, pero que entró al cementerio sin dar más explicación. Algunos vecinos apuntan que, por lo que se dice por la calle, ese “fantasma” tararea la popular canción de “El corro de la patata” y la última novedad es que “come gusanitos”. Numerosos marteños esperan a que la terrorífica historia salga en el conocido programa “Cuarto Milenio” de Iker Jiménez —y es que hasta se escuchó que la productora estaba interesada en el asunto, algo que desde el cementerio niegan que haya ocurrido o, al menos, que ellos hayan visto—. La última información es aún más tétrica: “la niña muerta”, según los propios vecinos, quiere hacer la Primera Comunión.
¿Misterio? Para los trabajadores del Cementerio Municipal solamente se trata de un bulo que corrió como la pólvora, un rumor que comenzó a gestarse desde finales del mes de junio y que se fue exagerando conforme pasaron los días, especialmente en el último mes. Lo primero, señala el personal, es que allí nadie se aparece, y ellos afirman saberlo por experiencia. Explican que lo único que puede haber son gatos que, por la noche, comienzan a maullar y su sonido suele ser muy parecido al de un pequeño que llora. En cierto modo, los trabajadores del Cementerio Municipal están ya un poco “cansados” de la historia del fantasma vestido de blanco. Ya no es solo que el rumor se hable por todos lados y que se comentase a través de las redes sociales, sino que precisan que, especialmente los fines de semana, se forman colas, cuando se cierra el camposanto, para escuchar al supuesto espíritu. Hay adolescentes que, especifican, se pasan minutos y minutos atentos para ver “qué es lo que quiere la niña” y “cómo es”, aunque algunos se van corriendo y, seguramente, hasta les cueste trabajo dormir. Según recuerdan, un día salieron y preguntaron a unos menores que qué hacían allí. Una de las que subió señaló que quería visitar a su abuela, y les indicaron que estaba cerrado. Otra menor apuntó: “En realidad veníamos a ver a la niña”. Desde el cementerio se insiste, una y otra vez, en que allí no hay fantasma que valga.

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