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miércoles, 13 de abril de 2011

La historia de afecto del dorsal 1.208

Hay pequeños gestos que hacen grandes a las personas. Jesús Gómez iba a participar junto a su primo en la media maratón que el pasado domingo se corrió en Málaga. Pero un accidente de tráfico segó la vida de Manuel Jesús Espejo una semana antes. Así que Jesús no lo dudó y a la hora de correr se encasquetó el dorsal de su primo fallecido, el 1.208. Fue un simple gesto, pero que entraña una conmovedora historia de afecto. "Hemos salido juntos, hemos trabajado juntos, nos íbamos de vacaciones juntos... Estábamos muy unidos y por eso quise tener ese detalle", relata Jesús.


La ilusión de Manuel Jesús era hacer la media maratón malagueña en menos de 1,30' hora. De hecho, ambos estaban entrenando para lograr el objetivo y hacía apenas dos semanas habían corrido en una carrera en Linares. 

Pero los planes se truncaron. El joven de 37 años fue el motorista que se dejó la vida el pasado domingo 3 de abril, cerca de Antequera, cuando volvía de ver las carreras de Jerez. Iba camino de su casa, en el pueblo jiennense de Martos. Arrolló por detrás a otra moto a la que el equipaje le tapaba las luces. Fue en el kilómetro 151 de la carretera que une Málaga y Jaén. Cayó a la calzada y murió en el acto. 

Sin embargo, su primo Jesús cumplió su anhelo. El domingo hizo -con el dorsal 1.208- un tiempo por encima de lo que soñaba Lolo, como le llamaban. Quedó en el puesto 12 al alcanzar la meta en 1,14'32". Además, logró el segundo puesto de su categoría, veteranos A (de 35 a 40 años), en la que también corría Manuel Jesús. 

La carrera estuvo cargada de gestos en memoria del fallecido. Al comenzar, la organización realizó un minuto de silencio en recuerdo del joven. Además, varios familiares y amigos que participaron en la media maratón de Málaga lo hicieron con camisetas en las que podía verse la foto del fallecido. Desde hace varios años Jesús y su primo eran fieles a esta cita malagueña. En esta ocasión, para honrar y recordar a Manuel Jesús se apuntaron a sudar la camiseta amigos que nunca habían participado en la competición. Todos arroparon a Jesús cuando recogió el premio ganado con el nombre de su primo. 

"Hubo un momento en la carrera en el que me sentí mal. Estuve a punto de pararme. Pero me recuperé y al final hice un buen tiempo", cuenta Jesús. Al acabar la media maratón, la organización también se sumó a su manera al homenaje póstumo y llamó a Manuel Jesús a recoger el premio. Una distinción que Jesús entregó a Noelia, esposa del fallecido. Fue una carrera cargada de gestos, emoción y recuerdos

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